Rumiñahui dice NO a la Violencia de género contra las mujeres al entender que estas conductas violentas son una ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, porque a diario, miles de mujeres siguen siendo objeto de esta lacra social.
La discriminación y la violencia contra las mujeres es una de las formas más dramáticas de la desigualdad, que traspasa las fronteras de los países y afecta a miles de mujeres en el mundo.
Día a día continuamos constatando que existen múltiples “caras” de esa violencia ejercida contra las mujeres por su pareja o ex-pareja sentimental que incluye un patrón de comportamiento habitual (no un incidente aislado), ejercido por un varón con el objetivo concreto y definido de ejercer poder sobre la relación y sobre su cónyuge o compañera sentimental. Se trata, en definitiva, de una violencia ejercida en el marco de una relación afectiva que constituye el reflejo de una situación de abuso de poder en el marco de una estructura social patriarcal, por ello se ejerce por parte de quienes detentan ese poder (varones), y la sufren quienes se hallan en una posición más vulnerable (mujeres y niños).
Nuestra línea de intervención en materia de género es transversal, por lo que busca actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de sus agresores, muchas veces con el afán de poseer, dañar e incluso aniquilar a mujeres con las que han estado ligados por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.
Desde la Asociación Rumiñahui entendemos que la violencia contra las mujeres es un fenómeno universal y estructural que adopta como hemos indicado anteriormente múltiples manifestaciones: discriminación, marginación, exclusión, etcétera.
Desde nuestra línea de trabajo asociativo apostamos por una metodología der intervención que desde sus diferentes áreas de trabajo: Empleo, asesoramiento jurídico, apoyo a población vulnerables, atención a niños/as o trabajo desde una perspectiva cultural con jóvenes, buscamos transformar la realidad que siguen viviendo las mujeres que sufren violencia de género, en ocasiones sin ser consciente de estar viviendo en entornos tóxicos de relaciones afectivas que dañan su integridad física y emocional.
Así mismo, hemos emprendido numerosos programas específicos de sensibilización a la población general y apoyo a las víctimas de género, desde una perspectiva intercultural y con una atención diferencial en función de la edad de las mujeres atendidas (niñas, jóvenes y adultas).
Esta asociación ofrece espacios de acompañamiento social, terapéutico y jurídico para atender las demandas de aquellas mujeres que comienzan a ser conscientes de su realidad, a las que han decido actuar y las que buscan continuar su vida como supervivientes de una historia de personal que ha dañado la imagen que tienen de sí mismas y su capacidad reemprender sus vidas.
Nuestro equipo de profesionales tiene presente que la violencia afecta de manera inmediata a quien la vive (a la víctima y sus hijos e hijas) además de conllevar consecuencias negativas en su salud, desarrollo y autonomía.
En definitiva, las acciones y servicios que llevamos a cabo persiguen el objetivo de construir una sociedad en la que quede superada la dicotomía hombre-mujer, una sociedad con un principio de la realidad nuevo y distinto.